Muchos saxofonistas buscan por muchos años y aún siguen en la búsqueda de las piezas óptimas para instrumento como por ejemplo la boquilla, que ofrece la alocución, entonación y timbre ideal. El bocal del saxofón tiene también una gran influencia en todos los parámetros nombrados anteriormente. En caso de que no quiera deshacerse de su instrumento favorito, existe la posibilidad de reemplazar algunas cualidades con bocales diferentes.

El primer fabricante que reconoció este campo fue la empresa japonesa Yanagisawa que tuvo durante casi veinte años el cambio de bocales diferentes para sus saxofones en su mercado. Entre tanto los grandes fabricantes ofrecen bocales alternativos.

Comencé mi educación junto a Julius Keilwerth en Nauheim (fabricación de saxofón) y llevo mi propia empresa desde 1998. Durante el tiempo que trabajé junto a Wilhelm Heckel llegué a conocer la importancia del bocal en el fagot. A causa de estos conocimientos, me dediqué a desarrollar mi propio bocal del saxofón. Gracias a mis contactos amistosos con saxofonistas profesionales como Christof Lauer o Tony Lakatos, dejé probar mi bocal entre ellos, y aproveché los conocimientos ganados de estas pruebas para mejorar el mismo.

Yo fabrico desde 1993 diferentes series de bocales hechos a mano para saxofones que tienen gran aceptación entre saxofonistas profesionales.

El procedimiento tradicional de la fabricación del bocal:
Una pieza cortada adecuadamente de chapa de latón es redondeada y los bordes se soldan fuertemente. Después la pieza bruta es estirada a través de un mandril, en cuyo proceso obtiene la forma cilíndrica y diámetro que la caracteriza, luego la pieza es vertida con plomo y al enfriar el plomo es doblada, creando así su curvatura. A continuación se amartilla, se afila y se lustra, antes de que el plomo se derrita. El procedimiento usual y actual en fábricas de saxofones es el empleo de un tubo cilíndrico en bruto sin costura que de una manera es “inflado” hidráulicamente a presión alta hasta que recibe su forma definitiva. De este modo el tubo terminado tiene menor fuerza en las paredes de su extremo final que al final de la delgada boquilla.

Yo trabajo según el método tradicional más arduo, el cual es visto entre los saxofonistas profesionales como el superior. Para satisfacer las distintas necesidades, uso tres perforadoras de conos diferentes (la número 4, 5 y 6) y metales diferentes: Cobre, latón y tombac.

La antigua denominación alemana „Tombac“ es equivalente con “el latón de oro”: Se trata de una aleación de latón con una composición mayor de cobre.
Se puede elegir entre „paredes delgadas“, „paredes gruesas“ y diferentes acabados: no barnizado, barnizado y plateado.
Finalmente, hay dos curvaturas diferentes, junto a la más cercana curvatura Selmer „ la curvatura normal“ hay otra llamada también „curvatura plana“, con la cual la barbilla está menos  inclinada hacia el tórax y por eso la laringe estará más abierta.

Todos estos conocimientos adquiridos sobre las distintas actitudes individuales durante las interpretaciones con las diferentes entonaciones, son la razón principal por la que ofrezco bocales, los cuales en registros superiores, entonan más agudo o más grave.

Hay tantas diferencias individuales en cuanto a la embocaduras y boquillas, entre otros detalles, que es aconsejable, ponerse en contacto directo conmigo para escoger su bocal especial, comenzando con las inquietudes promedio sobre el material, fuerza de muro, longitud y la entonación en registro alto.